La utilización de sustancias químicas durante el ocio nocturno es una práctica muy extendida y peligrosa, sobre todo, cuando estas sustancias son suministradas a otras personas sin su consentimiento, esta es la llamada sumisión química.
Este término hace referencia a cuando una persona te administra una droga u otro tipo de sustancia sin tu consentimiento y sin que nos demos cuenta, con el objetivo de manipular la voluntad y hacer algo que no queremos. En los últimos años, este tipo de prácticas ha cobrado protagonismo por su vinculación a diversos delitos como las agresiones sexuales o robos. En 2021 en España hubo un total de 3001 solicitudes de investigación al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) de casos de agresiones sexuales, y se pidió un estudio de sumisión o vulnerabilidad en 994 casos. El 72'1% de estudios dieron positivos en alguna sustancia y en un contexto donde el 92'4% de las víctimas fueron mujeres. El perfil habitual de la víctima es una mujer joven que admite haber tomado alcohol antes del episodio y que sufre de amnesia parcial o total.
¿Por qué es tan peligroso?
Uno de los motivos por los que los pinchazos son tan peligrosos es porque no se encuentra residuo en la sangre, por lo que se desconoce cuál es la droga que se les ha administrado a las víctimas, aunque este no es el único, ya que se suele utilizar la misma aguja para pinchar a diversas veces, por lo que puede favorecer la transmisión de enfermedades sexuales o sanguíneas. Además, uno de los acontecimientos que más se repiten son denuncias de pinchazos donde no se les administra ningún tipo de droga, simplemente para generar pánico, sobre todo entre las mujeres. Este tipo de prácticas puede llevar a un efecto de imitación que en muchos casos tiene el único deseo de originar pánico.
Aún así, los pinchazos no son la forma de sumisión más utilizada, sino que, tal como explicamos en nuestro anterior post, el alcohol es la droga más común estando presente en un 80% de los delitos mientras que el 20% restante corresponde mayoritariamente a las benzodiacepinas o GHB.
¿Qué debemos tener en cuenta acerca de la sumisión química?
Debemos dejar de poner el foco en la víctima, debemos dejar de decirle a las mujeres que salgan acompañadas, que eviten ponerse x tipos de prendas, que tengan precaución, que no beban o que incluso salgan de fiesta. Deberíamos pedir que se lleven a cabo medidas para prevenir este tipo de agresiones, como registrar a las personas en las puertas de las discotecas y, sobre todo, es fundamental que los protocolos se pongan en funcionamiento de verdad.
A continuación vamos a insertar un vídeo viral sobre uno de los efectos de este tipo de prácticas.
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