En nuestro anterior post hablamos más detalladamente del peligro que tenía el alcohol en la sociedad debido a su normalización en todas las generaciones, por eso, ahora queremos explicar cómo actúa nuestro cuerpo al tomar este tipo de sustancia y cuáles son las consecuencias que podemos acarrear en un futuro.
El alcohol puede tener diferentes efectos en el organismo, primero una sensación de alegría y de satisfacción, pero posteriormente se presenta una visión borrosa y graves problemas de coordinación. Las membranas de las células no pueden detener el paso del alcohol y cuando este está en la sangre se reparte entre todos los tejidos que componen el cuerpo, por eso, el sentimiento de descoordinación es real, porque todo nuestro cuerpo se encuentra afectado por el alcohol. El consumo excesivo en una noche puede provocar fácilmente la pérdida de conciencia y, si es muy elevado puede provocar lo que comúnmente conocemos como ‘coma etílico’ que puede incluso provocar la muerte. Además, el alcohol tiene un efecto depresivo por lo que la euforia que sentimos en un inicio es momentánea y rápidamente nuestro cuerpo se va a ver afectado por esto, es por esto, por lo que mezclar alcohol con drogas no es buena idea, porque ambos pueden tener un efecto depresivo y puede provocar un ‘apagón’ en tu cuerpo.
Las consecuencias por el consumo de alcohol varían dependiendo de diversos factores, según Pascual y Guardia (2012), estos serían los efectos bioquímicos y la dependencia entre otros.
Los efectos bioquímicos: el alcohol puede favorecer al desarrollo de enfermedades crónicas en nuestro organismo, como la cirrosis, el cáncer de esófago, hígado y colon entre otros.
La dependencia: es una enfermedad cognitiva, fisiológica y del comportamiento donde la persona sufre un deterioro del control sobre el consumo de alcohol. Les impide tener voluntad sobre su vida y se convierten en esclavos de esta sustancia, su abstinencia puede incluso provocarle más dolor que la propia sustancia. Pero aún así, este tipo de enfermedad supone un riesgo elevado de muerte prematura en la persona.
Bajac y otros (2016, p.2), hablan específicamente de las consecuencias del consumo de esta sustancia en adolescentes que acarrean consecuencias tanto psicológicas como sociales y físicas. “Las que se producen con mayor frecuencia son: dificultad en el control de las emociones, Dvorak et al. (2014); Vinader-Caerols, Monleón y Parra (2014), agresión y peleas físicas, Giancola (2002), conducta sexual de riesgo, Cooper (2002) y nauseas resaca y vómito, Turner y Shu (2004). Además también afecta a la memoria, el aprendizaje y la atención. Thoma et al. (2011); Zeigler et al. (2005) y provoca cambios en las estructuras del cerebro y su funcionamiento, López-Caneda et al. (2014).”
Os queremos recomendar un vídeo sobre el funcionamiento de las drogas en nuestro cuerpo que explican de manera más extendida esta sustancia y por qué es más peligrosa de lo que nos pensamos.
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